En las últimas fechas el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha experimentado importantes subidas tras un largo periodo de tiempo sin apenas cambios.

Recientemente, y con efectos desde el 1 de enero de 2022, se ha fijado el salario mínimo en 1.000 euros mensuales distribuidos en 14 pagas.

Este importe no solo es relevante para establecer la cantidad mínima que debe percibir cualquier trabajador por cuenta ajena, sino que también sirve como referencia para la concesión de numerosas ayudas y subvenciones públicas y privadas, así como un límite al embargo de sueldos.

Dado que el salario mínimo es inembargable, salvo cuando existe obligación de prestar alimentos, el aumento de su cuantía supondrá que los trabajadores cuyo sueldo se encuentra embargado deberán destinar una menor parte del mismo a satisfacer la deuda que tengan pendiente, por lo que percibirán un mayor salario libre de embargos.